viernes, 28 de mayo de 2010

... PRIDE DE QUE EXACTAMENTE?

Llevaba el tema con tanta euforia y exuberancia que le pregunté. ¿Pride de qué exactamente? Me miró desconcertado y luego el rostro le fue cambiando, frunciendo el ceño y bajando la mirada me dijo... pero, tú de qué vas? no lo sabes? No exactamente, contesté. Pride de nuestra gran sensibilidad, de nuestro sentido de la creatividad, de nuestro gusto por la belleza, porque le damos color al mundo, porque el arte universal existe porque los grandes artistas fueron gays.
Yo me quedé patitieso. Y peor aún cuando lo repitió una segunda vez con un tono de quien rinde tributo, y me nombró lleno de orgullo una decena de grandes creadores gays. No cabía duda. No era broma. Y agregó: Es estadística pura, y up, nombró otros creadores homos billantes, y se satisfacía que ya la lista sobrepasaba los dedos de sus manos. Me puso a hervir. Se me quitó de golpe la borrachera. Le dije racista, ignorante, chovinista sexual, imbécil, arrogante, sectarista, ... pero cómo puedes decir una animalada parecida? Y ese día del gran festejo anual, la llamada Gay Pride, ¿de qué forma se muestra esa gran sensibilidad, ese buen gusto por la belleza, esa creatividad de que me hablas? porque yo lo que veo es un patético carnaval, disfraces, lentejuelas, mucho manierismo, músculos, tatuajes, cueros, látigos, pelucas y tacones. ¿Dónde se exponen esas manifestaciones artísticas universales que hablen de otra problemática que no sea tu pipi?
Aquel tema lo terminamos rápido. Le pedí que me mencionara 10 creadores no gays y después de un poco de reflexión me dijo: bueno, dicen que Picasso no era gay, aunque seguro que tenía sus fantasmas. Opté por darle la espalda.

Poco después me enteré por un mensaje que hizo público a través de facebook, que estaba siendo acosado por un vecino. Que cuando coincidía con él en alguna parte del barrio, este se divertía lanzándole pullas y burlas...

lunes, 24 de mayo de 2010

RECOMENZAR (canción)

Recomenzar, es mirar hacia atrás
Es renacer cargado
y caminar, cuidando cada paso
mirar la herida, seca, fría.

Pude empezar sobre tu holocausto
me hizo crecer con tu risa y llanto
quiero brindar que el amor va a salvarnos
no hay otro lugar
llévame a andar

Supe, que no hay final
que siempre habrán olas nuevas
pregúntale al mar.

domingo, 23 de mayo de 2010

LAS COLUMNAS DE LA VERDAD

Sin matices no hay razón, porque como la palabra indica, esta proviene de nuestra capacidad de raciocinio. No equivale a ninguna ley física demostrable de forma práctica e irrefutable, sino que depende de nuestra capacidad de interpretar, analizar y discurrir lo que se convierte en verdad a nuestros ojos. Esa que nos tomó tiempo en hacer lógica en nuestra mente, enlazamos neuronas según la riqueza de lenguaje que tengamos, sueños, experiencias, golpes y risas incluidas, y formamos razones que actúan como columnas para sustentar nuestra vedad, que luego compartimos y defendemos en un diálogo. Lo lindo y difícil, es hacer que un día, quizás durante un diálogo bien nutrido, la verdad se tambalee, baile, y según los cimientos en que fue construida, o la fuerza de las razones que hacen temblar e intentan debatir nuestra verdad, se mantenga erecta o caiga desmoronada, al menos por un momento, como aturdida, e incluso a veces, y solo para grandes dichosos, llegue a convertirse en ruina. Y digo dichoso, porque aquel que construyó columnas de razón, que fabricó su verdad y un día se atrevió a desmoronarla, y se puso a construir otra, recomenzó a vivir, y tiene en el curriculum de su alma, las hipótesis que le llevaron a construir, debatir, enterrar y resurgir. ¿Enterrar, enterrar? No creo. Una se forma sobre la otra, y se fortalece de los cimientos.
Una gran parte de la catedral de México, está construida sobre las ruinas de un templo azteca. Una verdad impuesta sobre otra. Pero el todo reposa sobre un terreno pantanoso, y, cada año, por su peso, se hunden un poco unas partes más que otras. Las zonas de la catedral que no tienen sus cimientos sobre las ruinas, se hunde más rápidamente que el resto. Como resultaba imposible edificar el subsuelo, y para evitar el desequilibrio que provocaría su inestabilidad y derrumbe, los científicos idearon un método para hacer hundir el todo. Son agujeros profundos provistos de unas llaves que al girarlas, hacen bajar el resto del edifico. Hay sensores digitales entre las columnas que alertan de cada milímetro de descenso, de diferencia, y se enroscan las llaves, apretando la tierra, hasta lograr un equilibrio temporal.

sábado, 22 de mayo de 2010

SER COMPLACER

Quiero complacer por ser

pero no ser por complacer.

Y me pregunto y me pregunto

¿Qué hacer? Si solo es ser.

Caminando y tropezando.


Si complaciendo no soy

Si siendo no complazco

Cómo ser y complacer

sin dejar de ser y dando.


Bueno, será como pueda ser

Preguntando a mis antaños

Y mirando hacia delante,

voy andando y voy dudando

Que en la duda está el saber

Que soy tan poco y soy tanto,

que depende de mis huesos

que estos sirvan para algo


sábado, 15 de mayo de 2010

Carta a mis amigos de Bruselas/ ON DANSE MIEUX QUAND ON DANSE VRAI

Chers amis, récemment j'ai découvert la pag Metteko sur facebook et par nostalgie de Bruxelles, je me suis mis entre ses amis. Peu après, j'ai eté un peu shoké par ses publications procastristes et prochavistes et j'ai décide d'intervenir. Comme vous savez tous ce sujet me tient à coeur, aux racines d'un coeur arraché et parfois perdu. Bien vite ils m'ont supprimé de leur liste d'amis. Pas grave. Peut etre j'étais un peu aigu.

Bien que j'adore mes années à Bxl, j'ai eté fatigué de voir que souvent, dans ses endroits Salsa et ce qui se cherche une image exotique forcée, á coup de palmiers plastiques par manque d'imagination, on utilise souvent tous les symboles clichés de la gauche radicale. Les images de Che Guevara et Fidel Castro ne manquent pas. Heureusement on danse pas la salsa à Korea del Norte et il n'y a pas des métisse là-bas, au contraire on aurait les images de Kim Jong II collées aux murs.
Dans pas mal de cas, il s'agit juste de la décoration, (de très mauvais goût, mais sans plus) chose qui est á mes yeux hypocrite, mais dans le cas du Metteko, ou de son responsable, est plus que cela.
Après quelques messages dont il a effacé mes réponses, il m'envoie des écrits qui démérite la dissidence, qui affirme que Yoanis Sanchez est une menteuse, et las Damas de Blanco sont un groupuscule de vielles folles mécontentes.

Les propriétaires de tous ces endroits bruxellois sont tous de capitalistes purs et durs, normal, il n'y a pas de mal à cela, c'est leur travail et je le respect. (A cause de cela leurs commerces sont propres. Dans une économie centralisé, ils seraient des salariés et alors je connais bien le bordel). Dans certain cas, meme raciste. Plein de fois j'ai du prouver á l'entrée que ma tete, malgré les apparences, n'était pas celle d'un arabe sinon d'un latino, cubain et professeur de salsa, pour que la porte s'ouvre.

Je trouve même beau prétendre un regard gauchiste-ecolo pour le futur de ce monde qui se fane à nos yeux, mais de là a faire l'apologie des dictatures et des dictateurs il y a un grand chemin.
Tout le monde á Bxl sait combien de fois j'ai du me déguiser de tropical pour exister, c'est comme ça que Mr Metteko me connaissait et bien sur, il n'a pas lu mon bouquin parce que ça parle d'une Cuba qu'il ne veut pas connaître pour peur à vendre moins de bières, parce qu'en fin des comptes, c'est ses comptes qui comptent.
Je ne fait pas appel á rien du tout. Je voulais juste vous raconter cela, á prendre conscience qu'on danse mieux quand on danse vrai. Si tu remercie à Cuba la culture qu'elle t'a donné, embrasse la aussi.
un abrazote inmenso a todos.... vous me manquez
Erick

miércoles, 12 de mayo de 2010

LA VIOLENCIA DEL ADIOS

La violencia del adiós era tan fuerte como fue anhelado, y la lejanía, que viajaba súbita, hacía crecer el horizonte y dejaba más claro que nunca que no hay marcha atrás, que cada segundo cuenta. No podía ser mejor: así, rápido, fugaz, en el aire, sin alternativas, que no diera tiempo a pensar ni arrepentirse. Quizás en balsa nunca lo hubiese hecho realmente. No se pero, alejar la orilla progresiva y lentamente, paso a paso, remo a remo, impulsado con la potencia de mis músculos, luchando contra corriente y contra esa extraña fuerza que como la gravedad te atrae al mismísimo punto donde surgiste. Tal como el árbol se agarra cada vez más profundo a la tierra para evitar que lo arranquen, entonces comprendí que mis intentos en balsas no habían sido más que alardes o terapia para evacuar el desdeño porque, yo era un árbol de veintinueve años con ramas esparcidas y raíz profunda, y arrancándome así, a toda velocidad, viendo mis entrañas alejarse, llegaron las dudas, rocé el arrepentimiento. Casi seguro que remando, antes que se extinguiera en el horizonte la última luz costera, hubiese regresado a nado si era preciso. Es un sentimiento indescriptible este adiós obligado a convertirse en “traición a la patria” a cada metro que se aleja y que condena haciendo pagar el desacuerdo con exilio perpetuo. Si algún día puedo volver solo tendré derecho a hacerlo como turista. Y cuando esto pasó por mi mente, la indignación me invadió, se hizo ira que compadece y justifica como bálsamo el dolor, y entonces envalentonado, vuelvo a mirar a La Habana que ya era un lejano campo de lucecillas obnubiladas entre las nubes, o quizás ya no estaba, yo la percibía, y le grito entre dientes: “Puta”. Y entonces lloro, pero de alegría: “¡Lo logré, coño, lo logré, me escapé. Al fin!”.

jueves, 6 de mayo de 2010

OTRO INTENTO/ Elena se quedó... y papá también.

Capítulo 15

Otro intento.


Elena tuvo que admitir que todo lo perdido era irrecuperable y todos aceptamos la derrota, la gran estafa. Dejamos de usar temporalmente el más allá y el esoterismo como método paliativo para aceptar las rudezas del acá. Ella andaba desgreñada, silenciosa y tan triste que la hacía parecer más vieja y dócil, pero por momentos reaparecía su sabrosa y rebelde locura. Una noche de apagón que fui a visitarla, en medio del oscuro silencio que paralizaba el barrio, Elena salió al pasillo y empezó a gritar consignas revolucionarias a todo pulmón.

_ ¡Viva Fidel! iPatria o Muerte!

No entendimos nada. Cristina, Ernesto y yo, nos miramos petrificados sin saber que hacer ni decir. Ernesto le preguntó si estaba loca, pero ella sin responder volvió a la carga. Salió al pasillo, y le gritó a la noche como si estuviese en la plaza.

_ ¡Socialismo o Muerte! -y su voz recorría las tinieblas.

Era tan paradójico semejantes consignas en semejante momento y viniendo de su boca, que empezamos a temblar.

_ Ay mi madre mami, -rogaba Cristina- mira que estás flaca y débil, te van a volver a llevar presa y no vas a resolver nada.

_ No mija no te preocupes. -decía con voz serena- Mira, si vienen les digo que me volví revolucionaria y estoy enferma de fervor patriótico. –le contestó llena de cinismo, regresó al pasillo y gritó- ¡Comandante en jefe... Ordene!

La ausencia de ruidos de actividad eléctrica hacía volar su locura y el silencio se hizo más profundo. Los vecinos también estaban asombrados de tanto sarcasmo. El del apartamento de al lado, le dijo: “Coñoooooo, se te fue la mano en la creación mi china” y Elena seguía:

_ ¡Viva la revolución! ¡No hace falta luz para construir el socialismo!

_ Mami te van a volver a encerrar. -Cristina desesperada, con voz quebrada por el llanto inminente.

_ ¡Oye, que vengan! Si yo estoy gritando lo que siempre nos han enseñado, ¿no? -contestó Elena desafiante- ¿Es que tengo que gritarlo solo cuando ellos quieran, además?

Estábamos inermes esperando que la policía viniera y cargara con todos, pero no sucedió, increíblemente.



Con los días, Elena se fue recuperando de su depresión, y entonces su prioridad era salir de aquel barrio y de la peste a río viejo. Volvió a organizar una de sus permutas múltiples, donde puso además el cuartico inhabitable de Centro Habana que aún no había vendido, y consiguió un buen apartamento en una buena barriada cerca del cementerio de Colón. Tenía un solo cuarto pero amplio, un salón, comedor, cocina, patiecito de cemento, garaje y hasta terraza, permitiendo a los perritos nuevamente correr y ladrar sin miedo a ser devorados.

Cuba seguía andando, cojeando pero caminando, resistiendo, amordazando y manipulando como siempre, pero cambió en que ya no había ni promesas ni esperanzas. Se decía: “Esto es así y va a ponerse peor” descaradamente. Ya no era Marxismo, ni Leninismo ni ocho cuartos. Era, a patas abiertas y sencillamente, sus cojones. Las proposiciones de fuga no faltaban, pero eran demasiado caras o demasiado desquiciadas: de polizonte en un barco mercante con cualquier rumbo, escondido dentro de un contenedor, o atravesar el mar de Oriente hacia la Base Naval de Guantánamo, o comprar una carta de invitación a Suecia, único país que no pedía visado, o jinetear un turista, --en el mejor de los casos algunos fingiendo amor lograron escapar-- o comprar brújula y motor fuera de borda que impulsara unas gomas. Los remos, para mí, ya estaban descartados...

sábado, 1 de mayo de 2010

A GUSTO DEL CONSUMIDOR

Esta frase tan popular, es un peligro potencial para la cultura en general.
Cuando salì de Cuba, no sabía absolutamente nada de vinos. Le llamaba "vino" a aquel mejunje que papá preparaba para las grandes ocasiones. Solo una o dos veces al año, porque para su confección, era necesario utilizar gran parte de nuestras racionadas cuotas de arroz o de guisantes, según lo que tuviera como excedente. El grano, agua, levadura y azúcar, y el conjunto lo echaba en un recipiente que, sin batir y herméticamente cerrado, enterraba durante 45 días en el patio de la casa esperando que pasado ese tiempo las bacterias hubiesen hecho el trabajo que les correspondía: fermentar y convertirlo en alcohol. Ese era nuestro vino. Con aquel líquido cogí mis primeras borracheras de adolescente, sirviéndome en secreto de su recipiente escondido.
Cuando llegué a Bélgica y me hicieron probar lo que acá llamaban vino, me pareció insípido y falto de aquel criollo ácidoamargor que descendiendo el esófago anunciaba la intoxicación y los futuros estragos. Daba igual que me invitaran a probar un Pauillac antiquísimo, que el nuevo Beaujolais, que un vino de mesa. Todos tenían el mismo sabor. Lo mismo ocurría con las cervezas, cosa que resultaba insólita a mis amigos belgas que cuentan con más de 600 variedades.
Tengo que confesar que mi paladar aprendió, se refinó, gracias a los tantos amigos alcohólicos que en estos años de exilio me han enseñado a cultivar ese arte.
Esta historia, para cualquier enólogo o simplemente cualquier bebedor habitual suena lógica y natural. Nadie pone en duda que el gusto papilar forma parte de la esfera sensorial y que, por ende, solo la experiencia comparativa es capaz de cultivarlo. ¿Por qué cuando se habla de gusto auditivo o musical no se piensa igual? ¿Has probado un Bach, o un buen Miles Davis, un John Coltrane, un Joni Mitchell, o un Benny Moré? Entonces, siéntate, calla, prueba y vuelve a probar hasta que reconozcas el buen sabor.