domingo, 16 de enero de 2011

DEL ROJO AL NEGRO

Del idealismo al liberalismo. De humilde a triunfalista. De modestia a nombradía. De credo a cinismo.
Un camino repetido, una rueda, hacia delante o hacia atrás, rueda. Del pseudo conformismo a lo insaciable. Cuanto más mejor. Porque es la rueda que rueda, la única que sabe circular, hacia adelante o hacia atrás, depende del sentido que cuentas el cuento, que cuentes el tiempo.
De la utopía a la desfachatez. De Violeta Parra a Lady Gaga. Del Cheguevarismo al Berlusconismo. Del humilde al chovinista. De colectivismo al individualismo. Circulación abarrotada siempre en hipertensión, explota acá, hace trombos, hace edemas por ciertos lados, en otros seca y en otros revienta.
Del espiritualismo al materialismo. Del materialismo a la frivolidad. Del ateísmo a la ausencia de espiritualidad. De falsa espiritualidad a fanatismo. De la miseria al despilfarro.
¿Acaso no es pasado este presente? Un dejà vu.
De ignorante a escarmentado. De soñador a descarado.

Proceso irrevocable que se acelera por la crisis, al que se agrega un gran malentendido. Si no consumes no rueda, no PIB, "producto interno bruto", el eje de la rueda, la grasa misma que permite el deslice. Pero, si consumes mucho, hoy tú sabes, tú lo sabes bien que más temprano que tarde se atascará, y tienes que seguir jugando el juego de impulsar la rueda que se atascará.
Paradoja o burla, es precisamente un país "comunista" el que más impulsa la rueda. China arrasará con lo poco que nos quedaba de izquierda. Para competir, lo cual es el núcleo, habrá que trabajar como ellos, que poluir como ellos, que abaratar como ellos.
De comedimiento a impudicia.

Del rojo al negro.

CON GANAS NO BASTA

Con ganas no basta
para que podamos
ver nuestro fantasma el cuerpo encontrar.

No basta con ganas
para que las almas
caminen al sol sin el cuerpo quemar.

Las ganas engañan como aquel sediento
que viera un oasis en delirio desierto.

Las ganas confunden sudor y rocío
confunden la orilla del mar y del río
que barre cimientos y los tira al vacío.

Las ganas disfrazan la brisa de viento
Huracán que nace y queda en intento
de arrasar con ganas amar un aliento.

Las ganas empañan la piel de deseo
Ahogan el pulso ebrio impasible
torpe incauto exhausto hambriento.

Quiero mirarte amor en cristales de humildad
Me acerca a tu lado, se vuelve esperanza y el tiempo aprende a esperar
El mundo alcanza y me invita a volar
Llego hasta la luna que para apropiarla solo me pidiera,
mis ganas de amar.