lunes, 9 de noviembre de 2020

LOS YUGOS SON INGENIOSOS


Los yugos son mucho más ingeniosos de lo que lo es la libertad. De hecho, la palabra libertad solo existe como resultado a la acción de reconocer los yugos y quitárselos. Libertad surge como defensa. El yugo es lo que la hace nacer. Para ser libre, primero hay que tener consciencia que se esta encadenado. Y los yugos cambian de forma, de pais, de concepto, de maneras, de discurso, pero siempre llegan disimuladamente a re posicionarse sobre tus hombros o entre los tarros, y cuando

 menos te lo esperas y sin darte cuenta, vuelves sigilosamente a tirar de ellos, y hasta puedes llegar a volverlo a hacer con entusiasmo patriótico y gritando consignas. Tal y cual fue.

Así llegaron estos nuevos yugos. Invitándonos al apasionamiento de lo efímero. Incitándonos al egoísmo, a la ambición, al « Yo primero » dicho paradójicamente en nombre de Dios. Todo absurdo cabe por ganar. Conscientes de ver medio gabinete preso por corrupción pero, todo se puede silenciar sin perder la vista a nuestra propia conveniencia. Mis hermanos compatriotas estaban tan satisfechos del cheque de 1200 dólares firmados por su presidente (cosa maquiavélicamente absurda porque es dinero publico) que olvidaron que vivían en un planeta. De hecho, el planeta no es tema para un cubano. Qué tengo yo que ganar? Desnutrir a mis compatriotas 4 años más los obligará y apresurará el deseado conflicto civil. Ahogar la dictadura cueste lo que cueste. Que se coman entre ellos mientras yo recargo el teléfono para ver su depauperación y esperar el momento propicio. 

Es ahí donde podemos ver lo vulnerable que es eso que llamamos paz. 

En nombre de ese « interés personal » o « misión  patriótica », vi a muchas mujeres olvidar todos los años de lucha de tantas heroínas a través de la historia que han hecho posible la liberación de los yugos del macho, para que la mujer deje de ser una muñeca bruta, un maniquí semi-plástico absurdo. Vi a mujeres con disgracia física, adoctrinarse detrás del macho cuyo valor explota en concursos de belleza para enriquecerse de su desprecio a feas y gordas, siempre acompañado de su séquito de guapas botoxadas, de esa familia dorada, corrupta y pseudo monárquica. 

Vi a muchos compatriotas negros considerar irrelevante el roce peligroso o coqueteo directo con las milicias de supremacismo blanco, el silencio ante la simpatía del KKK, olvidando los tantos afro hermanos linchados hace apenas unas pocas décadas, crueles ignorantes de la historia profunda de América, que nunca han leído a Toni Morrinson ni a James Baldwin, ni siquiera conocen la lucha de Mohamed Ali, no saben quién fue Michael Donald, linchado de 1961, nunca oyeron hablar de Rosa Parks y consideran a Malcolm X y Martin Luther King unos revoltosos. Esos falsos patriotas que usan el voto de Estados Unidos sin el menor interés por su nuevo país ni por sus nuevos compatriotas, sino para sus planes propios en su otra patria. Ahi vemos la vulnerabilidad de la libertad. 


Vi a companeros homosexuales, considerar irrelevante que solo unos meses después de su investidura, el caudillo aprobara la revocación de las Ordenes ejecutivas de contratación, dejando sin proteccion a los trabajadores federales ante la discriminacion basada en la orientación sexual e identidad de genero.

Esto, para él, mi amigo homosexual, era un detalle. El trumpismo como ideología, marcaba la creación de un grupo, una pertenencia, una forma de dialogo privada a las que pertenecer era como volver a salir del armario. Y se quedaron callados.

Vi a muchos intelectuales e incluso médicos, tolerar el desprecio a la ciencia. E incluso algunos considerarlo una especie de rebeldía. Obliterar, cegar, silenciar, autocensura y permitir que se denigren los científicos y sonreír cuando rodeado de un ejercito de militares armados se alza una biblia cual acto salido de la Edad Media o de escena de la saga del señor de los anillos.

Verguenza. Esa es la única forma de avanzar. Mirarnos nuevamente al espejo y avergonzarnos.

Vi a mucha gente instruida, "luchadores de democracia" decir que la organización de la naciones unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura, era una estafa que costaba demasiado cara y aplaudir cuando el caudillo le cerro las puertas, así como a la organización mundial de la salud y al tratado de Paris.

Vi a gente, incluso con instrucción biológica, convertirse eón propagadores de virus escupiendo su saliva a gritos de consigna y con bandera en mano. Otra vez, tal cual.

Vi también muchas mujeres dispuestas a permitir que la religion y ala moral dictasen otra vez las leyes de sy vientre, mientras silenciaban los niños enjaulados en la frontera.

Creo que hasta enero, el día de la investidura me hara falta dormir para recuperarme. Yo me lo he tomado en serio. El trumpismo es la antítesis de mi esencia. Si lo he sufrido tanto como sufrí el castrismo, no es solo por concepto planetario, cultural o humanitario, ni por el hecho de saberme un ente social, sino porque va en contra de mi propia individualidad: Soy extranjero, pobre, ex-medico, mestizo, ateo, enfermo, con consciencia ecológica, homosexual, feminista, pretendiente a poeta y artista; Soy todo lo que el trumpismo no ve.