Poesía y pensamiento. Aunque lleno de diversas fuentes de inspiración, todo lo escrito en este blog son mis palabras. A veces acierto, a veces no, a veces irrito, pero todo con mi mejor intención de amar.
viernes, 16 de abril de 2010
Divino Adiós/ Erick de Armas
jueves, 15 de abril de 2010
ALIVIO y RECUERDO (concierto)
martes, 13 de abril de 2010
S.O.S LOREAL O CHANNEL
Eran los años '60 cuando el mundo soñaba, cuando el cinismo "natural" que sin lugar a dudas nos impone nuestra relación con la materia, quedaba ocultado por un ideal. Por entonces, y hasta mediado de los años '80, la poesía o una sutil metáfora, no era algo elitista, sino que todos tarareábamos con ella. La esperanza enriquecía la cultura y con ella el alma. "Para hacer esta muralla, juntemos todas las manos" ",¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón" "Te doy una canción y abro un discurso sobre mi derecho a hablar". En Cuba, la llamada Nueva trova, en Argentina, Charly García, Mercedes Sosa, en España, Ana Belén, Serrat y muchos otros, nos inspiraban en el sueño de un mundo justo.
El origen de esto está en EEUU, en la música folk contestataria del movimiento hippie. De hecho, aquellas primeras canciones del Grupo Experimentaciòn sonora del ICAIC, se escucha claramente la influencia de Jony Mitchell, Tom Rush y Bob Dilan, entre otros.
Todo empezó a morir con la traición de la izquierda. Parece paradójico, pero fue la verdad la culpable. La perestroika, la transparencia, nos rompió la ilusión. La matanza de katyn salió a flote, 20000, repito, veinte mil personas ejecutados por Stalin en una primavera. Lo que llamamos sueño era pesadilla. ¿Cómo sobrevivir ante esto? Desarrollando el cinismo. Cagándose en la promesa.
Hoy la izquierda totalitarista nos sigue traicionando, lacerando el alma, y solo nos queda esperar que Loreal, o Channel, o Dolce&Gabanna, nos pague la esperanza.
sábado, 10 de abril de 2010
DISIDENCIA PRIMITIVA? BLA BLA, MUCHO FUEGO Y POCA LEÑA
LA CORDURA
jueves, 1 de abril de 2010
LA REVOLUCION NO ADMITE DEBILIDADES, NI DEL CUERPO NI DEL ALMA.
"Ahí va la loca", decíamos todos cuando lo veíamos llegar a la escuela con su paso corto y acentuado como si llevara tacones altos. Miraba siempre con una ceja erguida, con un orgullo que nos irritaba, y cuando hablaba exageraba las eses. Todo en él nos espantaba. Objeto de burla para unos y asco para otros a causa de su diferencia y la insistencia con que la reivindicaba. ¿Por qué no disimula el muy maricón? No participaba en ninguna manifestación política, ni venía al trabajo voluntario, ni a las marchas del pueblo combatiente, ni a la plaza de la revolución a escuchar los discurso, y para colmo sacaba buenas notas el muy cabrón. Parecía que hacía todo lo posible para hacerse odiar.