domingo, 6 de junio de 2010

ME INDIGNO CON AMOR

Me queda claro que Dios es la partícula más pura y bella que llevamos dentro cada uno de nosotros, siempre presta a brotar si le damos los nutrientes que necesita: Espiritualidad y bondad.

Creo en la figura noble y amorosa de Jesús. En la enorme bondad de ese señor, que vivió pensando en ser mejor, en buscar la luz, la sensibilidad, lo bueno, rompiéndose la cabeza para encontrar la forma correcta de expresar y hacer comprender su preocupación por la suerte de la humanidad y buscar una solución apacible a su historia revuelta, inundada (como hoy) de conflictos sangrientos, de ignorancia, de ambición, egoísmo y crueldad. Claro que creo que en él y en la necesidad de su existencia. Hacer revolución con el alma, entendiendo por esta última la espiritualidad del ser.

Hoy, como siempre, la humanidad necesita del amor de Jesús, y cuando me refiero a ese nombre, no hablo de aquella persona física que se rebeló con sus mejores acciones al sistema decadente y despiadado romano, sino de la protesta con amor que su leyenda encerró.

Tantas veces me sentí solo sabiéndome incapaz de compartir conjeturas egoístas de resurrección divina o de palabra celestial que hace a la bondad convertirse en singular y mágica, y pone el amor sobre un pedestal inalcanzable.

Me indignan muchas cosas y ya no me siento culpable porque sé que con amor también se dice: Basta.

Me indignan los hombres que puedan creerse elegidos, me indigna el que crea que algo le es debido, me indigna el que impuso y aquel que día a día aún impone su evangelio, escritura o hipótesis; me indigna el que por temor mezquino a su propia muerte se obstina, concibe y asigna un mundo más allá en busca de eternizarse, clasificando: glorificando o condenando en su oscurantismo lo bueno y lo malo; me indigna el que esparce calculadamente la ignorancia como arma para reinar, me indigno del narcisismo egocéntrico del mártir, y valga la redundancia; el arrivista, el engaño, el avaro, el indiferente, el sumiso o doblegado, el resignado, el conquistador, el egoísta, el moralista, el inmodesto, el irrefutable. Todos esos conceptos que han hecho de nosotros los hombres un ser asustadizo y complejo. Gracias a "Dios", descubro cada día otros Jesús, en una frase, en una mirada, una sonrisa, en la transparencia de poetas, apasionados ecólogos, observadores vehementes, entregados altruistas,…en fin, en la esperanza de devotos del amor.





3 comentarios:

  1. muy bueno, y profundo! tendre que leerlo varias veces... por ello lo publicare en mi perfil.

    me sorprendes cada vez que te leo.

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  2. Me dejas de piedra cdo te leo. Qué símiles tan racionales haces. Qué arte y qué talento.

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