miércoles, 21 de octubre de 2020

Elieser Ávila, la esperanza que dejó de ser verde.

 Yo fui uno de esos cubanos que un día dije: « Este muchacho puede ser mi presidente ». Aquel jovencito que nos inspiró a todos frente a Alarcón, se convirtió en luz. Luz que una vez más perdió su brillo en el exilio. 

Trump pudrió el verdor de Elieser, asi como el de todo el exilio cubano. El exilio cubano mostró su egoísmo, su visión isleña del mundo, su incapacidad para ser parte del planeta y de la historia universal, su mezquindad. La alianza del exilio al trumpismo ha sido una sentencia moral y su triste soledad. Debo decir « nuestra soledad » porque soy parte. 

Viendo un debate mediocre entre Elieser y un « artista » cubano desprovisto de talento, que no merece mención, Elieser le pregunta: Qué hay de malo en defender a Donald Trump?

La pregunta dice toda su esencia. Sino eres capaz de ver el sufrimiento del planeta, las consecuencia de denigrar el cambio climático, el derecho de minorías, los derechos de la mujer sobre su cuerpo, las mentiras absurdas, el derecho de los palestinos a tener un territorio libre, la traicion a paises de histórica coalición, la infamia a la ciencia, la exaltación al racismo, la coalición con países que lapidan mujeres, el desprecio hacia « paises de mierda », la calumnia hacia la prensa, la monárquica toma de poder otorgando a su familia cargos públicos, los sobornos a mujeres abusadas, el ultraje a la cultura, el no condenar a dictaduras que derriten el cuerpo de un hombre en el sótano de una embajada, el silencio hacia el white power, la absurda alianza con el oscurantismo religioso, el caudillismo, la corrupción de un gabinete casi todo puesto ya en prisión, el desprecio hacia héroes y patriotas « por considerarlos perdedores si fueron capturados », su falta de compasión y empatía, sus cuentas ocultas, sus discursos egocentrico, su mediocridad intrínseca. Si eres tan pequeño de aliviarte diciendo « Fidel es peor » significa que perteneces al mundo de mediocre que tanto popularidad gozan hoy, pero que la historia te denigrará porque no tiene tiempo que perder con héroes de pacotilla.    

Tienes que ser un ser muy sucio, muy bajo y muy lacayo para disimular verdades por tu conveniencia. Y digo tu conveniencia, porque no acepto que me digas, « Soy capaz de ser sucio por la libertad de Cuba » porque con todo lo que me opongo a dictadura cubana, nunca aceptaría ser pisoteado por tanta mierda y crueldad.

Eso no es ser patriota, es entrega, es traicion.  

El exilio cubano es mas silencio que nunca. Es un grupo de influencer mediocres, chismosos y chanchulleros que se denigran y se exaltan entre ellos mismo sin ninguna credibilidad. 

Pobres Yoanis Sanchez, Tania Bruegera, Reynaldo Escobar, 

Trump es el único que ha ganado la batalla. El nivel intelectual de la oposición logró igualar e incluso sobrepasar la putrefacción cultural de La Casa Blanca. La Casa Blanca no tiene música ni  poesía, el exilio cubano se menea de reguetoneros y chusmitas.

A veces me pongo triste de ver el silencio de la prensa europea hacia Cuba, pero luego lo entiendo. No hay por donde. No hay de qué hablar. Miami, con salvadas exenciones, es un nido de chusmas chancleteros, Elieser incluido.

Hace poco un amigo me dijo: « Todo vale por derrocar la dictadura ». Pues yo no estoy de acuerdo. No cambio mojon por porquería.


 

Sueño con el dia que todos los disidentes podamos ser una voz, como lo fuimos en época de Obama. Que la vulgaridad, la respuesta sin sentido, el raspe, la mezquindad, la estupidez sea cosa del pasado. I have a dream. 

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