Aquel año, el campamento que debía albergarnos había sido arrasado por un desastre natural días antes, pero no nos perdonaron. Habitilaron unas naves que eran antiguos almacenes, lejos de los campos que debíamos cultivar, y dos veces al día hacíamos el trayecto apelotonados en carretas y camiones. Cuando llegamos al improvisado campamento, aún no había ni duchas ni letrinas. Ese mismo día, abrieron un hueco en la tierra de 50mts de largo, lo llenaron de agua a la mitad, lo cubrieron con planchas de madera, unas paredes de guano, y ya está listo nuestro retrete, bajo las estrellas. Aún escucho el crujido de la madera que amenazaba con ceder. Teníamos que coger puntería para cagar entre viga y viga y tener interés que saliese una sola pieza para tener tiempo de salir corriendo cuidando el equilibrio antes que el mojón chocara con el agua pútrida y nos salpicara. A las pocos días, las vigas estaban llenas de mierda por culpa de culos no bien centrados. Una madrugada, se rompió una tabla y Vivian cayó dentro. Los gritos de axilio los oyó el alumno de guardia que dió la alarma y 200 estudiantes nos despertamos súbitamente. Eran las 3am. Tony, el profesor de litertura, le lanzó una cuerda que estaba prevista para el accidente, pero Vivian tenía los ojos tan llenos de mierda que no lograba sujetarla. Todo el campamento temblaba, todos con la boca abierta y las manos en la cara, sus amigas lloraban, algunos empezaron a rezar, otros se tapaban los oídos para no escuchar el espanto que salía de la tierra, los profesores evitando que nos acercásemos, pidiéndonos volver al albergue. Las aguas infernales revueltas por los movimientos desesperados de Vivian, disfundían el hedor. Fue una noche tétrica. Al fin, Juan el grande, se colgó de las piernas como un gimnasta en el trapezio, la cogió por los brazos y la tiró con la fuerza de sus biceps hasta que ella pudo sujetarse de su pantalón, y con Juan de escalerilla lograron sacarla.
Poesía y pensamiento. Aunque lleno de diversas fuentes de inspiración, todo lo escrito en este blog son mis palabras. A veces acierto, a veces no, a veces irrito, pero todo con mi mejor intención de amar.
lunes, 29 de marzo de 2010
Vivian cayó en la letrina
Aquel año, el campamento que debía albergarnos había sido arrasado por un desastre natural días antes, pero no nos perdonaron. Habitilaron unas naves que eran antiguos almacenes, lejos de los campos que debíamos cultivar, y dos veces al día hacíamos el trayecto apelotonados en carretas y camiones. Cuando llegamos al improvisado campamento, aún no había ni duchas ni letrinas. Ese mismo día, abrieron un hueco en la tierra de 50mts de largo, lo llenaron de agua a la mitad, lo cubrieron con planchas de madera, unas paredes de guano, y ya está listo nuestro retrete, bajo las estrellas. Aún escucho el crujido de la madera que amenazaba con ceder. Teníamos que coger puntería para cagar entre viga y viga y tener interés que saliese una sola pieza para tener tiempo de salir corriendo cuidando el equilibrio antes que el mojón chocara con el agua pútrida y nos salpicara. A las pocos días, las vigas estaban llenas de mierda por culpa de culos no bien centrados. Una madrugada, se rompió una tabla y Vivian cayó dentro. Los gritos de axilio los oyó el alumno de guardia que dió la alarma y 200 estudiantes nos despertamos súbitamente. Eran las 3am. Tony, el profesor de litertura, le lanzó una cuerda que estaba prevista para el accidente, pero Vivian tenía los ojos tan llenos de mierda que no lograba sujetarla. Todo el campamento temblaba, todos con la boca abierta y las manos en la cara, sus amigas lloraban, algunos empezaron a rezar, otros se tapaban los oídos para no escuchar el espanto que salía de la tierra, los profesores evitando que nos acercásemos, pidiéndonos volver al albergue. Las aguas infernales revueltas por los movimientos desesperados de Vivian, disfundían el hedor. Fue una noche tétrica. Al fin, Juan el grande, se colgó de las piernas como un gimnasta en el trapezio, la cogió por los brazos y la tiró con la fuerza de sus biceps hasta que ella pudo sujetarse de su pantalón, y con Juan de escalerilla lograron sacarla.
domingo, 21 de marzo de 2010
La verdad de los sabios/ SARAMAGO Y GARCIA MARQUEZ
De estos dos sabios, genios del arte de contar, creadores de la lengua y por tanto de pensamiento mismo, conectores de alianzas neuronales, dibujantes de sueños con ritmo, en fin, dioses de la literatura, su opinión sobre el tema Cuba ha sido objeto de discrepancia y arma para muchos. Recuerdo la respuesta tajante de aquel amigo belga casado con una cubana, pero que asombrosamente votaba por el Frente Nacional, el partido de extrema derecha, porque según él no le iban los árabes, que aprendió a bailar salsa y hablar castellano con la lengua enredada, "pa'cerse labanero", puso la imagen de Fidel y la del Che junto a dos cocoteros plásticos a la entrada de su bar donde vendía ron y cerveza bajo la música de Manu Chao, y me preguntó un día cómo era posible que yo hubiese traicionado una patria tan bella. Me molesté, le llamé estúpido por haberme colocado el ridículo sello de traidor, y me responde que el estúpido no era él sino yo, puesto que los premios nobel de literatura, García Marquez y Saramago, pensaban como él.
El GALLO ZAPATA TAMAYO, CANTÓ EL AMANECER
El día que hablé con Yoanis Sanchez
La editorial italiana que editó mi novela, un día me llamó para decirme que estaba invitado al festival de literatura de Torino a participar en un debate sobre Cuba junto a Yoanis Sanchez, con motivo de la salida su libro. Fue entonces que descubrí al personaje. Tengo que confesar que yo vivía en un letargo respecto a Cuba. Leí sus blogs, ví sus reportajes y entrevistas en youtube, la vi debatir a Mariela Castro, y cuando digo de-batir, entiéndase dejar fuera de combate, desarmar con una pregunta... ¿va usted a extender sus "defensas sociales" a otros grupos de discriminados, como los discriminados por la palabra, o se va usted dedicar exclusivamente a la defensa de los homosexuales?
jueves, 18 de marzo de 2010
LA ESTUPIDEZ, LA VERDADERA ARMA DE DESTRUCCION MASIVA
MADONNA Y CHE GUEVARA
martes, 16 de marzo de 2010
SUERTE (canción)
lunes, 15 de marzo de 2010
El futuro viejo loco, NO ESTA EN TUS MANOS
En el filme “Comandante” de Oliver Stone, este te pregunta si alguna vez has creído en Dios, y respondes que nunca pudiste hacerlo, sencillamente porque los métodos que utilizaron para inculcarte las ideas religiosas fueron métodos dogmáticos. Respuesta simple, demasiado simple. ¿Acaso crees que los métodos que tú has utilizado han sido diferentes?
El mundo entero engañado con el cuento de haber erradicado el analfabetismo, tergiversando las palabras del poeta José Martí: "Ser cultos para ser libres". ¿Cultos? ¿Libres? ¿Cómo se puede tener cultura sino se tiene capacidad de escoger qué leer? ¿Enseñar a leer para luego dictaminar lo que debe ser leído? Un método más para dogmatizar, doblegar.
Mis clases de catecismo fueron las asignaturas de filosofía marxista-leninista y comunismo científico que debía aprobar cada año para pasar de grado, donde me inculcaron la llamada “moral socialista”, tan dura como la eclesiástica, pero sin leyendas místicas. A través de la memoria de los héroes y mártires de la patria, me inculcaron la devoción por sus símbolos, y hasta el escudo nacional se convertiría en una especie de crucifijo colgado sobre la pizarra escolar. En cualquier dirección que dirigiera la mirada, estaba la cabeza de algún mártir con mirada fría y blanca de profundos ojos de yeso, sobre solemnes bustos como vigía de mis actos. A ausencia de dioses, mártires implacables.
Sin embargo viejo, en muchas cosas tenías razón y por eso, es una verdadera lástima lo que has hecho con tu vida. Debiste haber escrito muchos libros, muchos. Debiste haber gritado con tu indiscutible elocuencia tus razones en oposición. Yo hubiese tal vez seguido siendo tu fiel seguidor. Debiste haberte quedado cerca, modesto, hablar al oído, como un pequeño sermón de iglesia de pueblo. Tal vez, casi seguramente hubieses ganado, no poder, sino razón histórica, aquel ideal revolucionario que volviste involución.
Tu arrogancia lo aplastó todo, incluso las ideas que merecían la pena sobrevivir, las ahogaste. Una pena sin remedio. El movimiento de izquierda en el mundo entero está perdido, o bien tirando a extremos absurdos o disgregado en mil pedazos, de tanto haber sido ultrajado. Esto es lo que has dejado, un destrozo moral, una desconfianza.
Es penoso ver en el mismo filme tu semejanza con el papa cuando te rodean las masas hipnotizadas por tu presencia, y el efecto histérico que les produce con temblores y lágrimas al tenderles tus manos huesudas. Me vi a mí mismo veinte y tantos años atrás en una de tus visitas a la escuela de medicina, y mi tristeza de no poder estar entre los escogidos que podían aproximarte. La misma escena veinte y tantos años después. ¿No te da vergüenza? Hasta el mismísimo asqueroso Pinochet tuvo la perspicacia de retirarse antes de convertirse en guiñapo humano.
Y ahora es tarde, demasiado tarde, ya no puedes rectificar, ya lo has cagado todo, no te queda más remedio que pujar y tirar la cadena....ya eres agua albañal pasada. El futuro viejo loco, NO ESTA EN TUS MANOS.
sábado, 13 de marzo de 2010
EL TITERE
OPTIMISMO
viernes, 12 de marzo de 2010
FUERA DE CUBA, TAMPOCO HAY LIBERTAD
Emigrar no significa ser libre. Aún estando fuera, durante mucho tiempo, seguí siendo prisionero de sus prisiones. Ya viviendo en Bélgica, al principio, no me atrevía a decir algo que pudiera contrariar al sistema sin antes cerrar las ventanas y bajar el tono de voz, (...un viejo trauma) hasta que un día, un amigo, harto de mi paranoia y loco por sacarme de mi encierro, abrió la ventana de mi apartamento de par en par y grito a toda voz: ¡Abajo Fidel! Y volviéndose hacia mí me dijo: ¿Ves que no pasa nada? Me quedé perplejo, pero aprendí la lección.
Muchos cubanos que viven fuera de Cuba, sobretodo en Europa, no son libres a pesar del exilio. Ellos creen que lo son porque pueden ir a cualquier hora al supermercado y satisfacer un capricho, pero el régimen continúa manipulando sus criterios con el duro precio de condenarles al destierro definitivo.
Todos, dondequiera que estén, tienen claro que el regreso, aún para una visita temporal, siempre está en tela de juicio. Entonces no cuenta la decisión personal de aceptar o no tal sentencia, sino la de todos tus allegados que suplican volver a verte pronto. Tu propia madre te dice: "Cállate mijo, porque no quiero perderte".
Finalmente, vivo en democracia. No solo por vivir en un país democrático, sino porque asumí el destierro, única forma de librarse de las garras de Castro. Mi padre murió sin mis brazos, pero sería vergonzoso hacer un drama de un adiós más, algo trivial en el mundo de los desfavorecidos que huyen de dictaduras.
El caso es que, "renunciando a tu Cuba", Fidel, es como más cubano pude ser. Cuestionarla, zarandearla, abofetearla, besarla, estremecerla y bailarla. Seguramente he bailado más chachachá fuera de Cuba que lo que tu culo tieso nunca pudo imaginar.
Hoy la cuestión es el después de él. Es: “El tema”. Dondequiera que voy todos lanzan conjeturas sin atreverse a sostener su hipótesis de tan impredecible se supone. Ni futuristas, ni astrólogos, ni intelectuales, ni espiritistas, ni santeros. Después de ti, Sr todopoderoso…qué va a pasar?
Muchos temen lo peor. Piensan que un pueblo que durante 50 años le han quitado el derecho a elegir, que por ende ha perdido la noción del tiempo y del espacio, que a sido adiestrado a buscar el enemigo, encontrarlo y repudiarlo, a gritar histéricamente para no escuchar otra razón, un pueblo que no conoce matices porque su ideología ha sido durante décadas y generaciones: "con o contra mí", no tendrá idea de hacia donde ir...
miércoles, 10 de marzo de 2010
HEROES Y BONDAD
Muchos héroes y mártires que llenan las páginas de la historia, ganaron este título que los deja vivos una eternidad, a golpe de garra y sangre, y así mantenemos vivas sus hazañas en cuentos, epopeyas, cantos, o en la clases de historia, alabando el valor de su ofensiva y el fruto de sus conquistas. Desde Aquiles, Alejandro el grande, Robin Hood, hasta el contemporáneo Che Guevara. De todos ellos nos marca su obstinación y fuerza.
No me atrevería a cuestionar tal distinción. Cuando nos situamos en las circunstancias históricas en que muchos de ellos desencadenaron su violencia se pueden comprender las razones pero, el concepto de heroicidad no incluye el de bondad, y muchos de aquellos bravos que libraron batalla no eran buena gente. Sádicos, testarudos, bárbaros, ambiciosos, imbéciles y hasta asesinos nutren las páginas de la historia. Los héroes malos y los buenos, que según la posición del predicador, del narrador u observador, pasan alternadamente de un campo a otro. Grande fue mi asombro al descubrir que muchos chilenos adoraban a Fidel, y otros muchos, al extremo opuesto, simpatizaban abiertamente con Pinochet, y hasta lo consideraban un buen hombre. De un extremo al otro jugaban con el adjetivo “bueno”, como una pelota en un campo de tenis que el contrincante se esfuerza por hacer caer. Ejemplo claro que dicho calificativo se aleja cada vez más de la palabra bondad, porque llamamos bueno a aquel o aquello que satisfaga nuestra propia ambición personal, aunque para verla complacida nuestro héroe tenga que usar su garra de la manera más cruel.
Los mártires que alcanzan mayor relevancia hasta la adoración, son aquellos que mueren jóvenes, dejando su vida en el intento por cambiar algo. Esos son los que más exaltamos. Aquellos que dejan el suspenso. Muchas veces la historia demuestra que una vez el cambio tan arduamente conquistado, una vez instaurado, deforma nuestro héroe.
Estando consciente de esta trampa egoísta, cuestiono mis malos y buenos de siempre, aquellos que me inculcaron en la escuela, para situarlos en el campo del amor, alejándome lo más que puedo de las trampas de los bandos clasificados en nuestra cultura con simpleza en izquierda y derecha.
viernes, 5 de marzo de 2010
La Habana
Habana, apareces y desapareces ante mi,
hoy dependes de mis sueño para existir.
Te veo, abanicada por la brisa,
serena, sonriente, bien maquillada.
Puedo traerte fantástica de olor a rio negro y sol,
y luego puedo no verte, ignorarte.
Puedo verte golpeada en huracanes,
recatando tu remendado vestido
cubriendo tus pilares apuntalados,
y luego puedo no verte, ignorarte,
desatarme de ti y olvidar tus rejas de mar,
sin dejar de amarte.
Tu carisma es como un fruto natural
y también un instrumento maquinal.
Simpática y rumbera, pero yo te conozco encuera*.
Te conozco Habana de mis amigos perdidos,
tus distancias en años luz,
tus esperas interminables en época perdida,
tu delirio en paranoia contagiosa
y conozco tus murmullos detrás de la consigna.
Te conozco bohemia, de elegancia sensual,
tersa piel con delineados contornos
y cicatrices temblorosas.
Enemiga del silencio, dueña de la gracia,
escandalosa y chovinista,
pregonera, juguetona improvisada.
Yo te conozco encuera.
Mi habana, no me vienes en fotos de turista alucinada,
ni te veré en página exótica,
y no seras invento de nostalgia engañadora,
pero estarás conmigo adondequiera, porque yo,
Te conozco encuera
Mi habana.
*encuera -- desnuda
(del album "Alivio y recuerdo" Iris-music, harmoniamundi.)
jueves, 4 de marzo de 2010
Explosión e implosión
El país entero, a fuerza de amenazas y miedos, fue metido en el agujero negro donde todo es implosión. Donde todo se revuelve hacia adentro y se recoge en sí mismo, aspirado, reabsorbido por un mecanismo que lo vuelve mudo e imperceptible para todos, o casi todos. Los pocos que creyeron oír o ver alguna chispa, lo contarán entre dientes a sus vecinos de más confianza y quizás la noticia se disperse como un murmullo sigiloso, pero nada más. Màs allá de la censura, es vivir en un nunca jamás. La implosión lo succiona todo, incluso al tiempo, y humedece hasta ahogar cada destello.
Llegar a este estado de inclusión, de no revolución, es el logro más grande de la llamada “Revolución cubana”. Y digo logro porque costó años de metódico esfuerzo.
Las explosiones, el antagonismo, son la base del surgimiento mismo. No hay nada más poético y vigoroso que la vida alrededor del cráter, el retoño después del triste y devastador incendio, el arrepentimiento después de la ira, el perdón que sigue a un impulso, el entendimiento detràs del diálogo y el abrazo reconciliatorio.
En la explosión, un nudo crece hasta súbitamente expandirse y destruir. La implosión corroe hacia adentro hasta quedar hecha un nudo.
No me atrevería a decir si una es mejor que otra. Imposible comparar, minimizar un desastre ante otro. Pero lo que sí puedo afirmar, es que detrás de la explosión surge la esperanza, detrás de la implosión no hay nada. Es retrógrada.
Las escenas de las explosiones son súbitas, cinematográficas, y sensibilizan a todos por ser amenazantes, pero la implosiòn social no se precisa desde afuera, y para el espectador distante pasan ajenas e inadvertidas.
Cuba ha sufrido durante años las consecuencias de una implosión que ha ido pudriendo el país devorado por termitas voráces. Hoy temo y deseo la explosión inminente en mi isla. Temo esas escenas en que los sobrevivientes aparecen detrás de los escombros llenos de cenizas, avergonzados, recogiendo los pedazos donde llevaron con su participación o inercia su mundo. Por inercia se es culpable. Por creer que no nos incumbe. El asunto es que ya no se implican solo las fuerzas protagonistas del antagonismo como en los tiempos del campo de batalla. Ahora estamos todos dentro. Es por eso que me sorprendo tanto cuando escucho decir a alguien que intenta exonerar su vida de la historia: “Yo no me meto en política”. Lo siento pero, todo es política, no decir es una acción política, cobarde, pero política y hoy, todos estamos implicados. La casa se derrumba. Te guste o no, estás en la "fiesta del guatao" y como dice el dicharacho cubano, puede acabar muy fea.
¿Puerta o espejismo? o La angustia saludable
Claustrofobia: Sensación morbosa de angustia producida por la permanencia en lugares cerrados. ¿Morbosa? Entonces estoy enfermo, porque no necesito un lugar cerrado para que me ahogue la angustia de estar enclaustrado. Me puede sorprender aún corriendo en medio del bosque. Cuestión de tiempo y de espacio. El primero se puede prolongar indefinidamente y el segundo reducir progresivamente en mi mente.
No creo que pueda llamarse morbosa la angustia que me poseía caminando las calles de La Habana, pero… ¿y la que siento hoy?
Pasé de un mundo a su antónimo: de "sur" a norte, de oeste a este, de subdesarrollo a desarrollo, de socialismo a capitalismo, de dictadura a democracia, de isla a continente, de caliente a frío, de azul a gris y al final, sigo buscando desesperadamente mi puerta, la mía propia. La eterna incertidumbre.
Muchos de nosotros, para evadir el dilema, nos reagrupamos para atravesar una evidente, una que ya esté abierta. El camino marcado parece lógico, y nos sentimos menos solos, lo cual alivia la angustia. Pero ya aprendí que esos portones anchos y relucientes son auténticas trampas concebidas para someter, y que una vez pasado el umbral quizás ya no haya angustia, ni tantas preguntas, pero tampoco hay puertas.
Y ahora que tengo consciencia de esto… ¿soy libre?
Libertad no es un concepto claro. En un mismo lugar, con las mismas condiciones, viví rodeado de puertas y ventanales imaginarios abiertos de par en par hacia una perspectiva del mundo, hacia un punto de vista donde miraban todos mis conciudadanos, y juro que me sentía emancipado. ¡Qué simple puede ser todo entonces! ¡Qué feliz pude ser!
Un día, cuando intenté mirar hacia otro lado, donde las ventanas y hasta las rendijas habían sido cuidadosamente hermetizadas, tuve que enfrentar la mirada reprochadora de las masas capaces de enquistar, y entonces de golpe todas las puertas se bloquearon, inclusive aquellas que momentos antes parecían brillar de optimismo, se transformaron en paredes rígidas e impermeables sujetas por el peso de todas las aguas de todos lo océanos.
Una puerta puede ser un espejismo o una ofuscación. Entonces… ¿es morbosa la angustia que se siente por ganar consciencia de una realidad? No.