domingo, 21 de marzo de 2010

El GALLO ZAPATA TAMAYO, CANTÓ EL AMANECER

Un Kikirikí a los cuatro vientos que anuncia con su muerte que el sol se asoma, que aquel que se empine logra verlo.
No es la mayor de las injusticias, ni la última, ni la peor, ni siquiera me dan ganas de decir que es una injusticia porque él no es una víctima sino un cojonudo. Un combatiente que quiso destapar de cuajo el reguero de olvidos. Sacudió la alfombra y nos echó su polvo encima. Llora o estornuda, pero mira hacia Cuba coño.
Hay algo tan noble en morir gritando BASTA YA, sin herir a nadie. Despiértense, es hora de levantarse, los de aqui y los de allá y hasta los del más allá. Aquel amigo perdido allá en el polo, que creía olvidada su esperanza, que de nieve hizo su casa pero jamás su alma, que empezaba a resignarse como una generación más de muertos lejos anhelando volver, pues mira tú, despierta y ponte a gritar.
Tamayo buscó el arma pertinente para hacernos escuchar: Darse muerte por amor, por creer en algo, la más profunda tradición judeo-cristiana. Más claro ni el agua. Que aprendan los kamikasis lo que es valor. Ochenta y seis días de conteo regresivo hacia la desintegracion del cuerpo, hacia su verdad. ¿A quién le importa ahora el debate de si era un preso común o político? Solo los que no quieren ver se extienden a discutir absurdidades, no sé si confundidos o para confundir, y otros muchos caen en el juego de la magistral e históricamente reconocida eficaz, manipulación castrista. El eterno David y el eterno Goliat, que deteniendo la historia detiene el conflicto, única base de su existencia. Cada 4 u 8 años desde hace medio siglo, segùn el ciclo de las elecciones en norteamèrica, se renuevan los matices del mismo discurso para el nuevo Goliat, que es simpre el mismo: el imperialismo. Pero esto de tener un Goliat negro y cordial le ha destabilizado un poco el juego. Su enemigo no se muestra ofensivo, y todos se están dando cuenta del ridìculo que está haciendo. Ahora está convirtiendo a la comunidad europea en su nuevo Goliat, y con los mecanismos habituales instará al pueblo a salir a la calle a gritar injurias contra el nuevo tirano injusto y voráz.
Tamayo supo cada día de su depauperación, como lo sabe Fariñas, cual es el único descenlace posible contra un enemigo cuyo valor ha sido siempre la testarudez al más vulgar y viejo estilo de guerrilla. Por desgracia, ha habido que llegar a este tipo de acciones con muerte y sacrificio para que la disidencia cubana no siga siendo el silencio, el estorbo, una banda de inconformes dispersados que no sabe ponerse de acuerdo.
El martilleo del pájaro carpintero ha llegado a cortar el árbol, y se estremeció la selva. El gallo cantando un requiem, anuncia el amanecer.

1 comentario:

  1. Ojalá que sea así y el réquiem anuncie el amanecer... Lo que más me gusta es ese pequeño atisbo de esperanza que expresas tú solito por primera vez desde que te conozco... Ya te dijo un pitoniso dónde acabará la bonita historia de su negrito: bajo el cielo azul, a la sombra de los plataneros, y sin carajos barbudos.

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