miércoles, 10 de marzo de 2010

HEROES Y BONDAD

Muchos héroes y mártires que llenan las páginas de la historia, ganaron este título que los deja vivos una eternidad, a golpe de garra y sangre, y así mantenemos vivas sus hazañas en cuentos, epopeyas, cantos, o en la clases de historia, alabando el valor de su ofensiva y el fruto de sus conquistas. Desde Aquiles, Alejandro el grande, Robin Hood, hasta el contemporáneo Che Guevara. De todos ellos nos marca su obstinación y fuerza.

No me atrevería a cuestionar tal distinción. Cuando nos situamos en las circunstancias históricas en que muchos de ellos desencadenaron su violencia se pueden comprender las razones pero, el concepto de heroicidad no incluye el de bondad, y muchos de aquellos bravos que libraron batalla no eran buena gente. Sádicos, testarudos, bárbaros, ambiciosos, imbéciles y hasta asesinos nutren las páginas de la historia. Los héroes malos y los buenos, que según la posición del predicador, del narrador u observador, pasan alternadamente de un campo a otro. Grande fue mi asombro al descubrir que muchos chilenos adoraban a Fidel, y otros muchos, al extremo opuesto, simpatizaban abiertamente con Pinochet, y hasta lo consideraban un buen hombre. De un extremo al otro jugaban con el adjetivo “bueno”, como una pelota en un campo de tenis que el contrincante se esfuerza por hacer caer. Ejemplo claro que dicho calificativo se aleja cada vez más de la palabra bondad, porque llamamos bueno a aquel o aquello que satisfaga nuestra propia ambición personal, aunque para verla complacida nuestro héroe tenga que usar su garra de la manera más cruel.

Los mártires que alcanzan mayor relevancia hasta la adoración, son aquellos que mueren jóvenes, dejando su vida en el intento por cambiar algo. Esos son los que más exaltamos. Aquellos que dejan el suspenso. Muchas veces la historia demuestra que una vez el cambio tan arduamente conquistado, una vez instaurado, deforma nuestro héroe.

Estando consciente de esta trampa egoísta, cuestiono mis malos y buenos de siempre, aquellos que me inculcaron en la escuela, para situarlos en el campo del amor, alejándome lo más que puedo de las trampas de los bandos clasificados en nuestra cultura con simpleza en izquierda y derecha.

1 comentario:

  1. Pues aqui sólo se puede estar de acuerdo contigo... Sólo un comentario al vuelo: hoy en día, los héroes sobre los que las culturas asientan sus bases son los Cristiano Ronaldos, los Messis o los concursantes del Gran Hermano de turno... son malos tiempos para la épica...

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